Triptófano a saco - El Blog de Jaime Galán
361
post-template-default,single,single-post,postid-361,single-format-standard,bridge-core-1.0.6,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,transparent_content,qode-theme-ver-18.2,qode-theme-bridge,disabled_footer_bottom,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.0.5,vc_responsive

Triptófano a saco

triptofano

Como el alcohol, la marihuana, la cocaína, el crack, la heroína y el fentanilo ya no me hacen nada, he decidido dar un salto con tirabuzón hacia lo desconocido. Es un paso arriesgado, lo sé, porque con estas cosas no se juega, poca broma. Pero la posible recompensa bien merece el esfuerzo: estoy siguiendo una dieta rica en Triptófano.

Sé que parece una locura, que estoy poniendo en riesgo mi salud y sobre todo mi prestigio y mi dignidad, pero como llevo años empeñado en pisotearla, por una vez más no vamos a montar un drama.

Para quien no esté al corriente, el Triptófano es un aminoácido esencial que se encarga, entre otras cosas, de sintetizar el neurotransmisor Serotonina que es fundamental en la regulación de los estados de ánimo, conducta sexual y ansiedad. Es decir, que sin Serotonina estaríamos hundidos en la mierda y necesitaríamos tomar muchas drogas para tratar de cubrir ese vacío. Si a alguien le suena esto, que siga leyendo porque igual le interesa.

Pero como he dicho antes, para que se sintetice este neurotransmisor, es imprescindible el concurso del Triptófano. Y la putada, amigos, es que este aminoácido no lo genera el cuerpo por combustión espontánea, sólo se obtiene a través de la alimentación. Y es ahora cuando los valientes como un servidor damos un paso al frente con determinación y coraje, liderando el batallón de los obsesivo-compulsivos y pasamos a la acción.

Basta con acudir a la Wikipedia o cualquier página de nutrición para saber que el Triptófano está presente en las proteínas del huevo, los lácteos, los garbanzos, las pipas, los cacahuetes, las bananas, el pollo, y el pescado azul entre otras. Y del chocolate también.

Sin dudarlo un instante, llené mi nevera con toda esta mierda nociva y contagiosa, mientras fui apartando gradualmente mis antiguos hábitos nutricionales. Y los terribles efectos secundarios no se han hecho esperar, todo un drama: para empezar, he perdido a mis mejores colegas que pasan de mí como de la mierda; ya no vienen cada tarde a meterse un pico como solíamos hacer mientras veíamos en bucle La Vida de Brian. Ahora paso las horas completamente solo, leyendo libros de Schopenhauer entre plátano y plátano y poniéndome hasta el culo de pipas de girasol mientras escucho el Carrusel Deportivo los domingos por la tarde. Hasta tengo el cuajo de llamar a mis padres para saber si están bien o necesitan algo. Fruto de este comportamiento, mi madre tuvo un amago de infarto, les estoy jodiendo la vida, soy un miserable.

Mi novia me ha dejado también, no soportaba esta espiral de locura. Intentó ayudarme a salir del pozo, quiso llevarme al polígono para pillar unos gramos y subirme el ánimo, me traía cervezas fresquitas y hasta me regaló una pipa super molona, pero no hubo manera. A todo esto, yo siempre le decía que no se preocupara por mí, que estaba mejor que nunca y que no necesitaba nada. La estaba volviendo loca a la pobre, demasiado tiempo aguantó a mi lado. Una vez lo pruebas, el Triptófano te atrapa en sus garras y no te suelta fácilmente, es muy jodido, hay que ver como se adueña de tu mente el puto aminoácido.

Sé que estoy destrozando mi vida y la de los que me rodean, pero no puedo dejarlo, esto me supera. Mientras escribo estas líneas no puedo dejar de pensar en las sardinitas asadas que me voy a meter luego y en los cuartos traseros de pollo que estoy macerando para zamparme mañana. Por no hablar de los yogures y de los viciosos cacahuetes que me ponen a cien. Una puta locura.

No espero que lo entendáis, ni siquiera que lo respetéis. Ahora vuelo libre, no os necesito para nada, me basto y me sobro con mis sintetizadores de Serotonina. No sintáis lástima, he elegido mi camino.

2 Comments
  • El Ete y el Oto
    Posted at 10:10h, 25 noviembre Responder

    Te comprendo perfectamente amigo mio.
    mi pareja y yo llevamos enganchados al Triptófano hace algo mas de 4 años, nuestras vidas dieron un giro de 360 grados. Eramos personas deportistas (con algun que otro chute de crack), ahora no nos separamos del sofa con las pipas y
    Coca Cola en mi caso y cerveza para el. Lo que me vuelve loca es el revuelto de quicos con pasas, comparable con la cocaina. sabemos que es perjudicial para nosotros, pero no lo podemos ni queremos dejar. que sepas que tienes nuestro apoyo, y que no estás solo en esta lucha.

    • Jaime Galán
      Posted at 14:06h, 25 noviembre Responder

      Es que los quicos con pasas son superlativos y fuertemente adictivos. Os habéis metido en un berenjenal, pero si sois felices así, me alegro por vosotros. Gracias por vuestra valiosa aportación.

Post A Comment
RESPONSABLE: Jaime Galán. FINALIDAD PRINCIPAL: Envío de nuestros artículos del blog, así como el aviso de nuevas actividades, algunas de las cuales podrían ser de carácter comercial LEGITIMACIÓN: Consentimiento del interesado. DESTINATARIOS: No se cederán datos a terceros, salvo autorización expresa u obligación legal DERECHOS: Acceder, rectificar y suprimir los datos, portabilidad de los datos, limitación u oposición a su tratamiento, transparencia y derecho a no ser objeto de decisiones automatizadas. INFORMACIÓN ADICIONAL: Puede consultar la información adicional y detallada sobre nuestra Política de Privacidad y Aviso Legal